Valparaíso se prepara para el retiro de cables en desuso

Con la reciente entrada en vigor del Decreto 176 que reglamenta la Ley “Chao Cables”, se inicia en todo Chile el proceso de retiro de cableado en desuso, una medida que busca limpiar postes saturados, ordenar las redes y reducir riesgos por cables abandonados. Esta normativa obliga a las empresas de telecomunicaciones a presentar planes anuales de retiro, coordinados con los municipios y con un plazo máximo de ejecución de doce meses.

La ley, promulgada en 2019, permanecía sin reglamento operativo hasta ahora, lo que había retrasado su aplicación. El nuevo decreto establece que las compañías deben diferenciar entre cables en uso, cables que requieren ordenamiento y aquellos que ya no sirven y deben retirarse, todo bajo la supervisión de las autoridades locales y la Subsecretaría de Telecomunicaciones.

En la Región de Valparaíso, los municipios ya comienzan a organizarse para la implementación. Comunas como Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Limache están activando mesas de trabajo para identificar los sectores con mayor saturación de cableado y coordinar las futuras intervenciones. Estas instancias buscan priorizar zonas céntricas y de alto riesgo, además de definir mecanismos de supervisión que garanticen el cumplimiento de las obligaciones de las empresas.

En Valparaíso, el proceso contempla un diagnóstico para cuantificar el cableado abandonado, la coordinación directa con las compañías de telecomunicaciones y la planificación de auditorías municipales para asegurar el retiro efectivo. También se considera una estrategia de comunicación con los vecinos para informar sobre los trabajos y posibles interrupciones, con énfasis en la seguridad y la recuperación del espacio público.

La iniciativa “Chao Cables” apunta a mejorar la seguridad urbana, reducir riesgos de accidentes y ofrecer una imagen más ordenada de las ciudades. No obstante, el desafío es significativo: coordinar miles de kilómetros de infraestructura, fiscalizar el trabajo de las empresas y asegurar que los sectores periféricos también sean atendidos. Valparaíso ya comienza a prepararse para este proceso, que marcará una etapa clave en el ordenamiento del tendido aéreo de la ciudad.

Compartir